Por Luis Vásquez, Responsable de Proyectos de Veto y Cía. Ltda.
En la actualidad, la industria está constantemente buscando la forma de disminuir su consumo de energía eléctrica, sin que ello signifique perjudicar la producción o los procesos que dependen de este suministro.
Hoy en día, las empresas buscan lograr una mejor “eficiencia energética”, para lo cual elaboran planes y estrategias de consumo. Sin embargo, para poder elaborar estos planes es necesario conocer algunos elementos claves, tales como el “Consumo total” y el “Consumo Sectorizado” y, en base a estos, definir cuáles son las metas de consumo final que se quieren lograr. El consumo sectorizado es especialmente importante por cuanto nos proporciona información relativa al gasto de energía desglosado en los diferentes departamentos, plantas, sectores o maquinarias que la empresa posee, otorgándonos una visión real del aporte que cada una de estas partes hace al consumo total, lo que nos ayuda a identificar puntos críticos por nivel de consumo o consumo deficiente, y a manejar información respecto de bajo qué condicionese instancias se producen las mayores demandas de energía.
Si se realiza un análisis del consumo eléctrico, se pueden evitar problemas con el Factor de Potencia. Un “mal” factor de potencia es aquel por debajo de los 0,93 (límite fijado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles). Las empresas distribuidoras de energía, al momento de facturar, utilizan el valor medio mensual que han medido de este factor y cuando este es “malo”, aplican un recargo de un 1% por cada centésima en que dicho factor baje de 0,93, multa estipulada también por la SEC (que -de este modo- busca incentivar a las empresas a mejorar su consumo energético).
Otro aspecto a considerar y corregir es la presencia de corrientes armónicas dañinas para el sistema eléctrico, por lo que es necesario medir y analizar la presencia de estas corrientes,ya quepodrían llegar a producir consecuencias dañinas en los sistemas eléctricos y equipos electrónicos de la planta o empresa. Solo conociendo cuáles son las corrientes armónicas problemáticas, es posible revertir su acción y daño en los sistemas y equipos eléctricos.
Los submedidores son de uso libre e instalados por el usuario para tener una visión comparativa o anexa de su consumo eléctrico total, así como del consumo efectuado por las diferentes zonas o departamentos, lo que permitirá tomar mejores decisiones que nos conduzcan a una mejor gestión energética.
Por lo general, se miden el kilowatt-hora (kWh, para conocer la cantidad de consumo realizado); voltaje y corriente de líneas y de fase (para saber si no hay problemas en los niveles del suministro); medición de potencia en los cuatro cuadrantes (potencia reactiva consumida y potencia reactiva generada, para facilitar el análisis de las cargas que afectan al factor de potencia); y finalmente que midan en forma directa el factor de potencia, para monitorear que no exceda de los límites permitidos por la norma que la rige en cuanto a cobros.
Al principio, solo se pensaba en estos equipos como un uso local, pero han aparecido nuevas alternativas en el mercado que ofrecen conectividad con diversos buses de campo y protocolos de estándares de comunicación, lo que permite tener una supervisión centralizada de los datos, facilitando la implementación de sistemas de gestión de energía.
